Posiblemente para muchos ya es trillado escuchar y entender “que lo único constante en la vida es el cambio” y para otros seguimos teniendo reparos y resistencia al cambio “aún encasillados en viejos paradigmas teóricos basados en dogmas del siglo XX”. Actualmente en nuestro entorno todo cambia y ese cambio se da a gran velocidad de forma compleja, imprevisible y sorprendente, el mundo cambia cada hora, cada minuto, cada segundo. Y aún escuchamos todavía frases como: “Hoy nos dicen una cosa y mañana otra” o “con eso estamos en contra de la teoría del siglo XX…!!!” peor todavía “mejor investiga si podría funcionar” si queremos ser promotores y precursores del cambio debemos ser arriesgados y decididos para adelantarnos al cambio.
Este es el riesgo y mérito de trabajar y convivir en un espacio y tiempo que facilite una educación para la vida, una educación para un futuro incierto, donde tenemos estándares internacionales que nos ayudan a estar al día con los cambios metodológicos y pedagógicos que el mundo actual exige y donde tenemos que demostrar que tenemos una cultura de mejora continua y es nuestro rol de maestros entender que si la educación es el pilar del desarrollo del individuo y por ende de la sociedad, sin dejar de comprender que existen algunos aspectos básicos que no deben cambiar o que no van a cambiar como los valores por ejemplo, Albert Einstein dice: “Es una locura esperar resultados diferentes haciendo siempre lo mismo” esto es una realidad.
La necesidad de cambio condiciona y determina la gestión directiva de quienes hoy conducimos organizaciones al “que tan preparados están los trabajadores para el cambio, cuánto van a resistirse y cuánto van a comprometerse con los nuevos objetivos y metas institucionales más allá de sus objetivos personales, sino como un gran equipo con una dirección de futuro”. Esta mañana me preguntaba si el mundo está en constante cambio donde hay que liderar y gestionar el cambio y que si todo cambio directo y/o indirecto en las organizaciones debe gestionarse adecuadamente para aprovechar las oportunidades y evitar o superar las amenazas que puedan surgir, cuál será la fórmula correcta para mi institución?.
No vamos a esperar que otros cambien para empezar a cambiar, nuestra cultura de mejora continua está basada en el cambio y esto nos debe dar la ventaja y oportunidad de adelantarnos a los cambios ubicándonos en una posición desafiante de liderazgo como maestros ya que tenemos que enseñar y formar a nuestros estudiantes “a aprender continuamente” si no lo han notado todavía deben estar conscientes que el aprendizaje es un cambio constante, sabiendo que “la educación ya no es llenar un vaso de agua, sino avivar la llama que llevan dentro nuestros estudiantes”. Para los maestros el cambio exige estar en permanente situación de aprendizaje y de tener la capacidad de adaptación a nuestro rol de motivadores, guías, maestros y promotores del cambio en el conocimiento, en la actitud, en sus valores y en los sueños de nuestros alumnos formando ciudadanos del mundo que no es el de hoy o del que nosotros crecimos.
A la afirmación de que los educadores deberíamos ser promotores de cambio para nuestra sociedad. Qué nos hace falta...? Cómo y cuándo deberíamos empezar?
El maestro realiza una labor encomiable, pocas veces reconocido, cuyo menester de premio sera el haber inculcado un espíritu de servicio a la sociedad en cada educando que tuvo a su cargo.
ResponderEliminarRecuerdo hace tres años que un grupo de mis alumnos de la Facultad de Educación de la Universidad Nacional de Cajamarca me nombraron padrino de su promoción. El día de la fiesta me pidieron dirigirles unas palabras.
ResponderEliminarNo había preparado nada para entonces, sin embargo lo que sentí fue un gran deseo de querer decirles en esos pocos minutos todo lo que quizás no les había dicho en aquellos años. Este mensaje consistía básicamente en exhortarlos a que hagan la diferencia con sus propios alumnos, que aprendan de los errores y aciertos de nosotros sus maestros, que valoren lo que se les da, que sean agentes de cambio positivo en la sociedad y que no se ensucien con la podredumbre de la corrupción así como también de la rutina.
Se me ocurrió también citar al músico americano BB King: "Lo bueno de aprender algo es que nadie te lo va a quitar".
Nunca es tarde para inculcar en nuestros alumnos no sólo conocimientos sino sobre todo valores, especialmente en esta sociedad que se vuelve cada vez más hambrienta de estos. Creo que eso es indiscutiblemente un factor determinante para un cambio positivo.
Carlos C
Felicitaciones Manuel por tu blog, esta muy interesante, respondiendo a tu inquietud, los maestros somos promotores del cambio o continuadores de la misma educación, eso depende en medida de cada uno de los docentes.
ResponderEliminarLo que nos hace falta ahora creo mucho más que antes LA VOCACION de ser maestros, es maravilloso haber escogido esta carrera por vocación, pero aquellos que no lo hicieron, necesitarian para empezar, amar lo que hacen, por ahi deberiamos empezar.